Llega el esposo de la misa y se dirige a su esposa con una
sonrisa, la abraza, la carga y baila con ella en el aire.
Ella, en
extremo llena de felicidad, le pregunta:
-¿Y qué fue el sermón
del cura hoy? ¿Acaso que los esposos deberían ser más cariñosos con sus
esposas?...
Y él le contestó:
-No... dijo que
debemos cargar nuestra cruz con júbilo y alegría! JAJAJA!!!