Ayer por primera vez en mi vida, fui a una
reunión de la tan criticada Iglesia Universal, esa de los Brasileros y
compartí las prácticas y plegarias de los presentes.
De pronto el Pastor se acercó al lugar dónde yo estaba. Me miró fijo y me señaló con el dedo.
Piadosame, me arrodillé y el puso sus manos sobre mi cabeza y exclamó con voz fuerte: "Você va caminhar".
Yo le contesté por lo bajo: "Pero no tengo ningún problema motriz".
Él ignoró mi respuesta y, casi gritando, volvió a exclamar: "¡Irmâo, você va caminhar!".
Toda la asamblea, con las manos en alto, empezó a gritar: "¡Você va caminhar!".
Intenté nuevamente explicarle que no tenía ningún problema con mis miembros inferiores, pero fue en vano.
Él repetía cada vez más fuerte y con mayor energía: "¡¡¡Você
va caminhar!!!", mientras la asamblea en trance gritaba aún más fuerte:
"¡¡¡Hermano, você va caminhar!!!".
Opté por callarme y no dije más nada.
Cuando terminó el acto dejé la asamblea y, créanlo o no, el hijo de p... del pastor tenía razón:
¡¡¡Me habían afanado el auto!!! JAJAJA!!!