Una muchacha estaba tan deprimida que decidió poner fin a su vida arrojándose al río, pero antes de que lo hiciera, un joven la detuvo. -¿Qué locura vas a hacer? Tenés mucho por qué vivir -le dijo-. Yo soy marinero, y mañana zarpamos a Italia. Te llevaré escondida en mi barco, y me ocuparé en todo momento de vos. Sin nada que perder, sumado al hecho de que ella siempre había querido conocer Italia, la joven aceptó. Esa noche el marinero la llevó a bordo y la escondió en la bodega. A partir de entonces, todas las noches le llevaba tres sándwiches y una botella de vino, y le hacía el amor hasta el amanecer. Tres semanas más tarde fue descubierta por el capitán durante una inspección de rutina. -¿Qué estás haciendo aquí? -preguntó el capitán. -Tengo un acuerdo con uno de los marineros -contestó ella-. Me trae comida, me hace el amor, y me prometió ocultarme en el viaje hasta Italia. - Ya veo -dice el capitán-. Pero éste es el ferry Buenos Aires-Colonia. JaJaJa!!!!!!