El nuevo padre de la parroquia estaba tan nervioso en su primer sermón, que casi no consiguió hablar. Antes de su segundo sermón, el domingo siguiente, preguntó al Arzobispo como podía hacer para relajarse. Este le sugirió lo siguiente: La próxima vez, coloque unas gotitas de VODKA en el agua y va a ver que, después de algunos tragos, va a estar más relajado. El domingo siguiente el Padre aplicó la sugerencia y, en efecto, se sintió tan bien, que podía hablar hasta en medio de una tempestad, totalmente relajado. Luego del sermón, regresó a la sacristía y encontró una nota del Arzobispo que decía lo siguiente:
Apreciado Padre:
La próxima vez, coloque unas gotas de VODKA en el agua y no unas gotas de agua en el VODKA. Le anexo algunas observaciones para que no se repita lo que vi en el sermón de hoy:
-IMPORTANTE: Aquel sentado en el rincón del altar, al cual Ud. se refirió como "maricón" y "travesti con faldita", era yo!!! Espero que estos fallos sean corregidos el próximo domingo.