Gracias Agustin por colaborar con "El Clásico del Lunes"...!!!!
Siempre te preguntan, cuando llegas a la consulta del médico la razón de tu visita, y tienes que contestar delante de otros, y a veces, es muy desagradable.
No hay nada peor que una recepcionista que te pide que le digas que te pasa, en una sala de espera llena de pacientes.
Una vez entré a una consulta y me acerqué a la recepcionista -muy poco simpática- y la saludé:
- ¡Buenos días señorita!
La Recepcionista me dijo:
- Buenos días señor, ¿Por qué quiere ver al Doctor?
- Tengo un problema con mi pene, contesté.
Como algunos se rieron, la recepcionista se irritó y me dijo:
- Usted no debería hablar asi delante de la gente.
- ¿Por qué no?... Usted me preguntó que me pasaba y se lo dije.
La Recepcionista - sonrojada - me dijo :
- Podría haber sido más disimulado y decir por ejemplo que tenía irritado el oído, y discutir el problema con el Doctor más tarde y en privado.
Y yo le contesté:
- Y Ud. no debería hacer preguntas delante de extraños, si la respuesta puede molestar".
Entonces, sonreí, salí y volví a entrar:
- Buenos días, señorita!
La recepcionista se sonrió socarronamente y preguntó:
- ¿¿Sí??
"Tengo problemas con mi oído"
La recepcionista asintió y se sonrió, viendo que había seguido su consejo y le volvió a preguntar:
- Y… ¿qué le sucede a su oído, señor?
- "Que me arde al mear",
Las risas en la sala de espera fueron de antología…